Emprendedores mexicanos de corte sustentable, se adentran en la década de los ODS.
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Luego de un 2020 alterado por la pandemia del Covid-19, las empresas, la sociedad y los gobiernos, comienzan a mirar hacia delante con miras a comenzar su recuperación económica sobre los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Y es que la pandemia, está cambiando nuestra forma de vida así como las tendencias del mercado; en ese sentido, muchas innovaciones están centradas en temas sanitarios, de seguridad alimentaria, energías renovables y la sustitución y/o mejoramiento de materiales encaminados al desarrollo sostenible.
Como en otras muchas ciudades en México, cada año, se llevan acabo distintas ferias y eventos en los que se presentan nuevas tecnologías e innovaciones que buscan ayudar en la transición hacia una economía verde con miras a mitigar los impactos ambientales de la actividad humana.
El informe “10 Startup Sustentables”, presenta algunos de esos proyectos que en su momento, se dieron a conocer durante una exposición o rondas de levantamiento de financiamiento para emprendimientos sustentables.
Para México, como muchos otros países latinoamericanos, los aspectos más apremiantes en materia de sustentabilidad están en el sector energético, de alimentos, gestión del agua, movilidad, manejo de residuos y el aprovechamiento de los recursos naturales como sustitutos o complemento de las materias primas en diversas industrias.
Pero para sobrevivir, estos emprendedores deberán tener acceso a las fuentes disponibles de financiamiento que no necesariamente deberá provenir de una fintech o un crowdfunding, pues como sucede con los proyectos que muestra nuestro informe, éstos además de ser de alto nivel tecnológico, requieren montos importantes de capital para consolidarse y posteriormente sustituir los suministros basados en la economía lineal.
Y aunque la tendencia, cada vez apunta más, hacia la adopción de practicas y proyectos sustentables por parte de las empresas, los emprendedores con proyectos disruptivos de alto nivel tecnológico, aún enfrentan la dificultad para acceder a inversionistas que detonen estos proyectos que cambiaran las industrias en las que operan.
Las oportunidades
En México por ejemplo, desde 2019, ya se hablaba de orientar las inversiones hacia proyectos sustentables en la Bolsa Mexicana de Valores, en donde se afinaron y asentaron los principios para establecer el índice de sustentabilidad que sirvió como base para que las empresas, adoptaran los principios de “Gobierno Ambiental, Social y Corporativo” (ESG por sus siglas en inglés), mismos que actualmente, son el eje principal para que las empresas participen en el mercado de valores.
De acuerdo con el reporte bonos verdes de HSBC México, las inversiones sustentables, alcanzarían hacia finales de 2020 más de 600 millones de dólares en nuestro país. El 25 por ciento de ellos, dirigido a proyectos privados, mientras que el 75 por ciento, fue para proyectos del sector público y de gobierno. En su mayoría, el financiamiento se ha dirigido hacia sectores como el energético y de infraestructura.
Sin embargo, parece que los inversionistas se están enfocando únicamente en los proyectos sustentables que ofrecen los mercados de capitales, dejando fuera del escenario, los emprendimientos de pequeñas y medianas empresas, que es en donde se gesta un gran número de proyectos de innovación tecnológica que están buscando aprovechar los recursos naturales y la revalorización de los residuos.
A nivel mundial, la economía circular sólo representa 9 por ciento del potencial que tiene este segmento, que se pronóstica, será una de las actividades con mayores oportunidades de crecimiento e inversión en los próximos años. De hecho, esta actividad, está concentrada en las grandes empresas, por lo que representa una gran oportunidad para emprendedores y mipymes en el futuro inmediato.
En este sentido, las innovación será pieza fundamental para acelerar la transición hacia la economía circular, a través de nuevas tecnologías aprovechando la ola de la cuarta revolución industrial que complementan los recursos naturales como materias primas.
Al respecto, la gestora de inversión británica Schroders, revelo en su reporte mensual de diciembre pasado, que los proyectos innovadores, serán cruciales para la recuperación de la economía postpandemia. Y los capitales, ya comienzan a identificar oportunidades en segmentos de innovacción de materiales, manejo y procesamiento de datos y por supuesto, aquellos enfocados a medidas sanitarias.
Es un hecho que la pandemia está acelerando la necesidad de tomar acciones y actuar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, controlar los niveles de consumo, y la protección de la biodiversidad. En ese sentido, los gobiernos y la sociedad en su conjunto, tienen como objetivos primordiales, la reducción de las emisiones de GEI y la gestión de todo tipo de residuos.
Valor Creativo
En 2019, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró 2021 como el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, o economía naranja, como también se le conoce. Ésta, se considera como el conjunto de actividades encadenadas que permiten que las ideas, se transformen en bienes y servicios, cuyo valor, se puede basar en la propiedad intelectual.
Como lo mencionamos en el inicio, la contingencia sanitaria está obligando ha reenfocar las finanzas e inversiones sostenibles hacia aspectos de sentido social que hoy pasan a primer plano y de forma paralela, comienzan a convivir con los asuntos medioambientales más apremiantes.
Es por esto, que las inversiones y financiamiento hacia proyectos sostenibles, puede convertirse en 2021, en una de las palancas de desarrollo y herramientas para superar la crisis económica generada por la pandemia. En este sentido, la gestora de inversiones británica, señala que algunos de los sectores que ofreceran oportunidades tendrán que ver con proyectos y emprendimientos relacionados con la movilidad, la agricultura, salud, tecnología y economía circular.
Es un hecho, que la pandemia evidencio algunos de los riesgos implicitos de la globalización, mismos que se agudizaron con la contingencia sanitaria como la excesiva centralzación de los centros de trabajo y producción, así como la necesidad del fortalecimiento de los sistemas de salud y el impulso de las economías locales con base en el comercio electrónico.
Pero para ello, los gobiernos deberán estar convencidos de adoptar para su recuperación, los principios de desarrollo sostenible y realizar, los esfuerzos que el contexto demanda para impulsar la innovación y financiar proyectos de base tecnológica que provean soluciones para transitar hacia una economía verde.
Ya en 2019, ante la emergencia climática, los países de la Unión Europea impulsaron la iniciativa “Plan Verde Europeo” que contempla un mayor grado de autoexigencia de los estados con respecto a la disminución de sus emisiones.
Ante esto, la carrera en busca de soluciones tecnológicas para la descarbonización de la economía mundial, apenas comienza y uno de los grandes desafíos, serán el financiamiento. Aspecto abordado en el Índice Mundial de Innovación 2020, en el que se señala, que el dinero para estos proyectos, está disminuyendo, pues las agencias de capital de riesgo, han dejado de invertir en los países de Norte América, Asia y Europa.
Un escenario como ese, tendrá mayores repercusiones en los países de ingresos bajos y para los emprendimientos, que no sean capaces de presentar propuestas de alto valor tecnológico y que contribuyan a la transición hacia la economía verde.
Los proyectos de los emprendedores mexicanos aquí presentados, tienen la oportunidad de cambiar sus industrias y sus mercados. En principio en territorio nacional y posteriormente, para conquistar otras latitudes.